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This title is printed to order. This book may have been self-published. If so, we cannot guarantee the quality of the content. In the main most books will have gone through the editing process however some may not. We therefore suggest that you be aware of this before ordering this book. If in doubt check either the author or publisher’s details as we are unable to accept any returns unless they are faulty. Please contact us if you have any questions.
Un ser cualquiera, ya sea el ser humano o todo otro, puede ser considerado evidentemente desde muchos puntos de vista diferentes, podemos decir incluso desde una indefinidad de puntos de vista, de importancia muy desigual, pero todos igualmente legitimos en sus dominios respectivos, a condicion de que ninguno de ellos pretenda rebasar sus limites propios, ni sobre todo devenir exclusivo y desembocar en la negacion de los demas. Si es verdad que ello es asi, y si por consiguiente no se puede rehusar ninguno de estos puntos de vista, ni siquiera el mas secundario y contingente de entre ellos, el lugar que le pertenece por el solo hecho de que responde a alguna posibilidad, no es menos evidente, por otra parte, que, desde el punto de vista metafisico, que es el unico que nos interesa aqui, la consideracion de un ser bajo su aspecto individual es necesariamente insuficiente, puesto que quien dice metafisico dice universal. Ninguna doctrina que se limita a la consideracion de los seres individuales podria pues merecer el nombre de metafisica, cualquiera que puedan ser por lo demas su interes y su valor a otros respectos; una tal doctrina siempre puede llamarse propiamente “fisica”, en el sentido original de esta palabra, puesto que se queda exclusivamente en el dominio de la “naturaleza”, es decir, en el dominio de la manifestacion, y todavia con la restriccion de que no considera mas que la sola manifestacion formal, o incluso mas especialmente uno de los estados que constituyen esta.
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Un ser cualquiera, ya sea el ser humano o todo otro, puede ser considerado evidentemente desde muchos puntos de vista diferentes, podemos decir incluso desde una indefinidad de puntos de vista, de importancia muy desigual, pero todos igualmente legitimos en sus dominios respectivos, a condicion de que ninguno de ellos pretenda rebasar sus limites propios, ni sobre todo devenir exclusivo y desembocar en la negacion de los demas. Si es verdad que ello es asi, y si por consiguiente no se puede rehusar ninguno de estos puntos de vista, ni siquiera el mas secundario y contingente de entre ellos, el lugar que le pertenece por el solo hecho de que responde a alguna posibilidad, no es menos evidente, por otra parte, que, desde el punto de vista metafisico, que es el unico que nos interesa aqui, la consideracion de un ser bajo su aspecto individual es necesariamente insuficiente, puesto que quien dice metafisico dice universal. Ninguna doctrina que se limita a la consideracion de los seres individuales podria pues merecer el nombre de metafisica, cualquiera que puedan ser por lo demas su interes y su valor a otros respectos; una tal doctrina siempre puede llamarse propiamente “fisica”, en el sentido original de esta palabra, puesto que se queda exclusivamente en el dominio de la “naturaleza”, es decir, en el dominio de la manifestacion, y todavia con la restriccion de que no considera mas que la sola manifestacion formal, o incluso mas especialmente uno de los estados que constituyen esta.