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This title is printed to order. This book may have been self-published. If so, we cannot guarantee the quality of the content. In the main most books will have gone through the editing process however some may not. We therefore suggest that you be aware of this before ordering this book. If in doubt check either the author or publisher’s details as we are unable to accept any returns unless they are faulty. Please contact us if you have any questions.
El Reino de los cielos es un reino mayor a todos los reinos humanos, es un reino eterno que siempre ha existido y que jam s ser derribado.
En el Reino de los Cielos el Rey de Reyes es Jesucristo y nosotros somos reyes con autoridad delegada. Este reino no es nicamente un lugar f sico sino que tambi n es el sistema de gobierno de un reino de poder.
Jesucristo vino a establecer el sistema del Reino de los Cielos en la tierra como en el cielo. En la tierra, reinamos utilizando las palabras que Dios ha hablado.
Cada palabra de Dios es un juicio, un veredicto irrevocable, una expresi n inapelable de justicia divina, un decreto lleno de verdad que nada ni nadie puede invalidar jam s. Dios es un Juez que ama la justicia y aborrece la maldad.
Cada juicio(palabra) de Dios expulsa toda maldad (enfermedad, tristeza, pobreza, muerte). Cada juicio (palabra) de Dios es hablada para favorecer y defender al humano de la injusticia y maldad que el enemigo ha sembrado en la tierra.
Cada palabra de Dios es un juicio que establece la justicia divina en la tierra. Los juicios de Jehov son verdad, todos justos. Deseables son m s que el oro, y m s que mucho oro afinado; Y dulces m s que miel, y que la que destila del panal. Salmos 19:9-10 RVR1960
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El Reino de los cielos es un reino mayor a todos los reinos humanos, es un reino eterno que siempre ha existido y que jam s ser derribado.
En el Reino de los Cielos el Rey de Reyes es Jesucristo y nosotros somos reyes con autoridad delegada. Este reino no es nicamente un lugar f sico sino que tambi n es el sistema de gobierno de un reino de poder.
Jesucristo vino a establecer el sistema del Reino de los Cielos en la tierra como en el cielo. En la tierra, reinamos utilizando las palabras que Dios ha hablado.
Cada palabra de Dios es un juicio, un veredicto irrevocable, una expresi n inapelable de justicia divina, un decreto lleno de verdad que nada ni nadie puede invalidar jam s. Dios es un Juez que ama la justicia y aborrece la maldad.
Cada juicio(palabra) de Dios expulsa toda maldad (enfermedad, tristeza, pobreza, muerte). Cada juicio (palabra) de Dios es hablada para favorecer y defender al humano de la injusticia y maldad que el enemigo ha sembrado en la tierra.
Cada palabra de Dios es un juicio que establece la justicia divina en la tierra. Los juicios de Jehov son verdad, todos justos. Deseables son m s que el oro, y m s que mucho oro afinado; Y dulces m s que miel, y que la que destila del panal. Salmos 19:9-10 RVR1960