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This title is printed to order. This book may have been self-published. If so, we cannot guarantee the quality of the content. In the main most books will have gone through the editing process however some may not. We therefore suggest that you be aware of this before ordering this book. If in doubt check either the author or publisher’s details as we are unable to accept any returns unless they are faulty. Please contact us if you have any questions.
Al proclamar un A o Santo de la Merced, Francisco ha invitado a personas en todo el mundo a participar en lo que l ha descrito como una "revoluci n de la Ternura." Hay un sentido de urgencia en el mensaje del Santo Padre, tal vez porque es consciente de la cantidad de seres humanos que sufren imponen el uno del otro a trav s de actos de guerra, la violencia y el terrorismo. Se sugiere que una manera en personas de diferentes razas, culturas y credos pueden aprender a aceptar y respetar al otro es comenzar aclarando y puesta a punto de nuestra imagen de Dios. Durante el a o jubilar, el Santo Padre ha sugerido que cambiar el enfoque de nuestra comprensi n de Dios como el Gran Juez que suministra justo castigo a los pecadores, a un Dios que es un padre amoroso y compasivo, un "Padre de la Misericordia," que aflige cada vez que un ni o amado se ha ido por mal camino. Una vez que nuestra imagen de Dios ha cambiado, tal vez entonces vamos a empezar a tratarse unos a otros con la dignidad y el respeto que merecemos como hermanas y hermanos que son creados a imagen y semejanza de un Dios que es todo amor. Durante el a o jubilar, las lecturas del domingo en la mayor a de las iglesias cristianas ser n tomadas del Evangelio de Lucas, que a menudo se conoce como el "Evangelista de la Merced." Francisco nos anima a leer las par bolas incluidos en el Evangelio de Lucas con "ojos frescos" que nos ayudar a ver las muchas capas de significado las historias proporcionan. Al hacerlo, vamos a descubrir el mensaje completo Jes s estaba tratando de transmitir a su audiencia original y el mensaje del evangelista ha estado proporcionando a sus lectores a trav s de las generaciones de la historia cristiana. Padre Leonardo Fecko acepta la sugerencia del Santo Padre para leer la par bola del hijo perdido, a menudo referido como el "hijo pr digo" con nuevos ojos y concentrarse menos en el comportamiento imprudente del hijo y m s en la pantalla lujosa del amor y la misericordia del padre, que es, de hecho, tambi n pr digo en su naturaleza. P. Leonardo comienza con un enfoque ligero a la interpretaci n b blica, proporcionando algunos detalles interesantes de la historia que a menudo se pasa por alto. Cuando se consideran estos datos, que proporcionan un significado importante para la historia. Tambi n nos ayudan a descubrir m s sobre la naturaleza de Dios y m s de nosotros mismos. P. Leonardo entonces gu a a sus lectores paso a paso a trav s de la historia, prestando atenci n a los detalles que a menudo se pasan por alto. Por ltimo, en tres historias conmovedoras, que ofrece una visi n de la naturaleza de Dios, lo que significa tener una experiencia de conversi n o de un cambio de coraz n, y c mo la combinaci n de la justicia y la misericordia llevar a cumplimiento la Ley de Dios. A trav s de sus reflexiones edificantes, Padre Leonardo Fecko invita a sus lectores a experimentar un "regreso al hogar del alma" mediante la recuperaci n de nuestro lugar que le corresponde en los brazos de nuestro Dios es todo amor.
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Al proclamar un A o Santo de la Merced, Francisco ha invitado a personas en todo el mundo a participar en lo que l ha descrito como una "revoluci n de la Ternura." Hay un sentido de urgencia en el mensaje del Santo Padre, tal vez porque es consciente de la cantidad de seres humanos que sufren imponen el uno del otro a trav s de actos de guerra, la violencia y el terrorismo. Se sugiere que una manera en personas de diferentes razas, culturas y credos pueden aprender a aceptar y respetar al otro es comenzar aclarando y puesta a punto de nuestra imagen de Dios. Durante el a o jubilar, el Santo Padre ha sugerido que cambiar el enfoque de nuestra comprensi n de Dios como el Gran Juez que suministra justo castigo a los pecadores, a un Dios que es un padre amoroso y compasivo, un "Padre de la Misericordia," que aflige cada vez que un ni o amado se ha ido por mal camino. Una vez que nuestra imagen de Dios ha cambiado, tal vez entonces vamos a empezar a tratarse unos a otros con la dignidad y el respeto que merecemos como hermanas y hermanos que son creados a imagen y semejanza de un Dios que es todo amor. Durante el a o jubilar, las lecturas del domingo en la mayor a de las iglesias cristianas ser n tomadas del Evangelio de Lucas, que a menudo se conoce como el "Evangelista de la Merced." Francisco nos anima a leer las par bolas incluidos en el Evangelio de Lucas con "ojos frescos" que nos ayudar a ver las muchas capas de significado las historias proporcionan. Al hacerlo, vamos a descubrir el mensaje completo Jes s estaba tratando de transmitir a su audiencia original y el mensaje del evangelista ha estado proporcionando a sus lectores a trav s de las generaciones de la historia cristiana. Padre Leonardo Fecko acepta la sugerencia del Santo Padre para leer la par bola del hijo perdido, a menudo referido como el "hijo pr digo" con nuevos ojos y concentrarse menos en el comportamiento imprudente del hijo y m s en la pantalla lujosa del amor y la misericordia del padre, que es, de hecho, tambi n pr digo en su naturaleza. P. Leonardo comienza con un enfoque ligero a la interpretaci n b blica, proporcionando algunos detalles interesantes de la historia que a menudo se pasa por alto. Cuando se consideran estos datos, que proporcionan un significado importante para la historia. Tambi n nos ayudan a descubrir m s sobre la naturaleza de Dios y m s de nosotros mismos. P. Leonardo entonces gu a a sus lectores paso a paso a trav s de la historia, prestando atenci n a los detalles que a menudo se pasan por alto. Por ltimo, en tres historias conmovedoras, que ofrece una visi n de la naturaleza de Dios, lo que significa tener una experiencia de conversi n o de un cambio de coraz n, y c mo la combinaci n de la justicia y la misericordia llevar a cumplimiento la Ley de Dios. A trav s de sus reflexiones edificantes, Padre Leonardo Fecko invita a sus lectores a experimentar un "regreso al hogar del alma" mediante la recuperaci n de nuestro lugar que le corresponde en los brazos de nuestro Dios es todo amor.